En la vida hay que ser humilde
en todo momento, mas cuando hay que aceptar el fracaso con resignación. Todas
las personas pagan con creces los errores que cometen a diario, hay que admitir
que te hizo llegar a cometerlos y no volver a caer. Para llegar a la grandeza no
tienes que poseer bienes materiales o una posición social distinguida, debes ser
honesto y grande de corazón. El camino no es fácil, pero si dudas lo harás más
imposible para que puedas avanzar.
Hoy citaremos: primera de
Crónicas capítulo 29 versículo 11.
“Tuya es, oh Jehová, la
magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las
cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el
reino, y tú eres excelso sobre todos”.
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