Para que el que cree no es necesaria ninguna explicación: para el que no cree toda explicación sobra.


 Las explicaciones son siempre necesarias cuando se necesitan. En la vida hay momentos donde se toman malas decisiones y así mismo se pueden enmendar. Ya tú decides si quieres no volver a cometer los mismos errores. Recuerda que debes aprender a no dejarte llevar por la rabia ni mucho menos cuando tengas la sangre caliente.

Hoy citaremos: Proverbios 22:3

“El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y reciben el daño”



Imagen tomada de https://www.behance.net/prathameshsiddhesh


 

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